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Contexto - El cromo VI se puede encontrar en pigmentos de cromato, inhibidores de corrosión y artículos de cuero curtido al cromo o madera.
Algunos juguetes se fabrican con materiales que contienen cromo VI.
¿Son seguros para los niños los juguetes que contienen cromo VI?
El cromo es un metal pesado presente en el medio ambiente en diversas formas. Se encuentra en las rocas y el suelo, así como en animales y plantas. El cromo metálico es duro, quebradizo y muy resistente a la corrosión. Varios compuestos de cromo se utilizan en procesos industriales. A menudo se emplea como revestimiento de otros metales por su resistencia y propiedades estéticas, o se añade al acero como endurecedor y para obtener acero inoxidable.
Las sales de cromo se presentan en diferentes formas, siendo las más abundantes la trivalente (cromo III) y la hexavalente (cromo VI). El cromo VI se puede encontrar en pigmentos de cromato para tintes, pinturas, tintas y plásticos, inhibidores de corrosión y artículos de cuero curtido al cromo o madera tratada con arseniato de cobre cromatado. Algunos juguetes se fabrican con materiales que contienen cromo VI.
De las dos formas más abundantes, el cromo III es un nutriente esencial con muy baja toxicidad. El cromo VI es una sustancia más tóxica e irritante que puede provocar reacciones alérgicas, y la exposición ocupacional a este elemento por inhalación se ha vinculado al desarrollo de cáncer. Estudios recientes con animales han demostrado que la exposición al cromo VI a través del agua potable puede provocar distintos tipos de cáncer en el tracto gastrointestinal de los animales. Actualmente no se puede descartar la posibilidad de que la ingesta de cromo VI sea también cancerígena para los seres humanos.
Los niños tienen tendencia a chupar o morder los juguetes, llegando a veces a tragarse piezas pequeñas. Por consiguiente, podrían ingerir el cromo VI que se desprende de los juguetes.
La Directiva de la UE sobre la seguridad de los juguetes establece normas para la comercialización de juguetes fabricados o importados en la UE. En ella se fijan límites estrictos de migración para 17 elementos, incluido el cromo, aplicables a todos los juguetes comercializados en la UE. El “límite de migración” se define como la cantidad máxima de un compuesto químico que se puede transferir del juguete al niño. Los límites de migración tienen por objetivo evitar posibles riesgos sanitarios.
Busque la marca CE en el juguete o el embalaje. Dicha marca garantiza que el juguete cumple con todas las normas de seguridad de la UE, que se encuentran entre las más estrictas del mundo. Adquiera los juguetes en tiendas de confianza y compruebe aquellos que hayan sido un regalo o comprados de segunda mano. Los juguetes antiguos pueden no cumplir la normativa sanitaria actual.
A raíz de estudios publicados tras la última actualización de la Directiva sobre la seguridad de los juguetes de 2009, la dosis virtualmente segura para el cromo VI se redujo. El Comité Científico de los Riesgos Sanitarios y Medioambientales (CCRSM) considera necesario revisar los límites de migración actualmente vigentes para el cromo VI en juguetes considerando este nuevo valor inferior. Además, teniendo en cuenta la absorción de cromo VI a través de otras fuentes, como el agua potable y el medio ambiente, el CCRSM recomienda limitar cualquier exposición adicional al cromo VI por medio de los juguetes a los niveles más bajos alcanzables mediante la aplicación de las mejores tecnologías disponibles.
Esta hoja informativa se basa en el dictamen del Comité Científico independiente de los Riesgos Sanitarios y Medioambientales (CCRSM) sobre el cromo VI en juguetes (enero de 2015).
Este dictamen está disponible en
http://ec.europa.eu/health/scientific_committees/environmental_risks/opinions/index_en.htm
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