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Productos semejantes a alimentos y atractivos para los niños Posibles riesgos de ingestión accidental

Envenenamiento accidental inicio

Contexto - Algunos productos de consumo en el mercado europeo se presentan en envases que se asemejan a alimentos o resultan atractivos para los niños. Este es, por ejemplo, el caso de determinados geles de ducha, champús, lociones corporales, jabones, jabones líquidos y líquidos lavavajillas.

Resulta lógico pensar que cuanto más se asemeja un producto a un alimento y más atractivo resulta para los niños, mayor será la probabilidad de que se confunda con comida y se ingiera.

¿Quiénes corren el mayor riesgo y qué características y circunstancias podrían aumentar las probabilidades de envenenamiento grave?

Las respuestas a estas preguntas constituyen un resumen fiel del dictamen emitido en 2011 por Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (CCSC): " Opinion on the potential health risks posed by chemical consumer products resembling food and/or having child- appealing properties. (2011)" Más...

En el marco de la initiativa GreenFacts, Cogeneris elaboró este resumen en virtud de un contrato firmado con la DG Sanidad y Consumidores de la Comisión Europea, que autorizó su publicación. Puede consultar esta publicación en europa.eu.
Derechos reservados© DG Sanidad y Consumidores de la Comisión Europea.

  • Fuente:CCSC (2011)
  • Resumen & Detalles: GreenFacts
Ultima actualización: 20 marzo 2012

1. Antecedentes de envenenamiento accidental por cosméticos y productos líquidos para el hogar

Resulta difícil estimar el número de envenenamientos accidentales por cosméticos y productos para el hogar porque la mayoría de los casos no son graves y por lo tanto no se hacen públicos.

Los niños pequeños y las personas mayores son especialmente propensos al envenenamiento accidental.

La mayoría de los envenenamientos se producen en el hogar y los productos involucrados son, además de medicamentos, principalmente cosméticos y productos de cuidado personal, tales como geles de ducha, champús, lociones corporales, jabones y esmaltes de uñas; productos de limpieza como lejía, limpiadores de baño y detergentes. Generalmente, las personas que ingieren accidentalmente productos para el hogar no sufren ningún daño y no presentan síntomas. Entre los pacientes que acuden a una clínica u hospital, la mayoría no necesita tratamiento, aunque en algunos casos se realiza un lavado de estómago o se administran medicamentos para controlar los síntomas. Los accidentes de este tipo muy raramente son mortales.

Cuando las personas presentan síntomas, estos varían en función del tipo de producto ingerido. La mayoría de los síntomas implican vómitos y dolor de estómago, pero también pueden darse pérdidas de conciencia o coordinación. Otros posibles síntomas son erupciones cutáneas, dificultad para respirar y para tragar, tos, hipotensión y arritmia. La ingestión de un producto corrosivo puede quemar el esófago, y los pulmones corren peligro si la persona afectada vomita una sustancia tóxica y después aspira accidentalmente el vómito. Esto último puede causar neumonía química, y ha resultado mortal en algunos casos. Más en inglés…

2. ¿Por qué son los niños y las personas mayores propensos al envenenamiento accidental?

2.1 En los niños, el riesgo de envenenamiento es mayor alrededor de los dos años, época en que aumentan su movilidad y curiosidad, con la tendencia de introducirse objetos en la boca.

El riesgo de accidentes puede ser mayor cuando no se vigila atentamente a los niños o cuando los adultos a su cargo están distraídos por otras actividades, por ejemplo, al cocinar o realizar otras tareas. Cuando los niños tienen sed o hambre aumenta su tendencia a beber de cualquier recipiente abierto a su alcance, sobre todo si el olor es agradable. Muchos de los casos de envenenamiento implican soluciones corrosivas guardadas en recipientes sin etiquetar o botellas de bebidas que otros adultos dan sin saberlo a los niños. Más en inglés…

2.2 Existen varios factores que hacen que las personas mayores sean más susceptibles al envenenamiento accidental.

Sus sentido de la vista, el gusto y el olfato, así como su memoria, pueden estar deteriorados, por lo que no pueden distinguir fácilmente si un producto es comestible, especialmente si están desorientados por la acción de una enfermedad o un medicamento.

A muchos ancianos les resulta difícil leer las etiquetas de advertencia o seguir instrucciones largas. Además, las personas mayores a menudo se quedan solas durante largos períodos de tiempo y pueden no obtener ayuda en caso de accidente. Más en inglés…

3. ¿Qué hace que un producto resulte atractivo para los niños o se asemeje a un alimento?

Algunas etiquetas de advertencia pueden aumentar el atractivo de los productos para los niños.
Algunas etiquetas de advertencia pueden aumentar el atractivo de los productos para los niños.
Fuente: Wikimedia commons

El color, la forma, el sabor, el olor o la presentación de algunos productos puede hacer que parezcan alimentos.

Debido a las nuevas tendencias de marketing, los productos alimenticios y no alimenticios utilizan colores similares. Los productos de cuidado personal como jabones pueden tener forma de alimentos. En otros casos, el envase del producto puede parecerse a una fruta o un recipiente para bebidas.

Las imágenes en el producto también pueden representar alimentos. Algunos productos huelen a comida y su nombre y descripción escrita imitan a los de los alimentos reales.

Los productos que se venden o almacenan cerca de comida se confunden más fácilmente con alimentos.

Los niños se sienten atraídos por los diseños, los colores y los productos con imágenes de personajes conocidos de la televisión o los libros. Las etiquetas de advertencia no tienen ningún efecto en los niños pequeños, ya que no pueden leerlas. Los símbolos de peligro, como una calavera con dos tibias cruzadas, pueden incluso aumentar el atractivo de un producto.

Además, los niños tienden a preferir los sabores dulces y los olores que recuerdan a frutas y golosinas, pero es difícil predecir qué fragancias les resultarán atractivas. Más en inglés…

4. ¿Cuáles son los riesgos de la ingestión de dichos productos?

Ingerir productos de limpieza doméstica resulta más dañino que ingerir cosméticos.
Ingerir productos de limpieza doméstica resulta más dañino que ingerir cosméticos.
Fuente: Sanja Gjenero

4.1 En la mayoría de los casos, resulta poco probable que la ingestión de cosméticos tenga consecuencias graves para la salud. Es la ingestión de otros productos para el hogar la que podría tener consecuencias más perjudiciales.

Los productos para el hogar frecuentemente involucrados en envenenamientos accidentales son detergentes, limpiadores y lejías. Más en inglés…

4.2 Sus ingredientes más dañinos son las sustancias corrosivas como ácidos y bases presentes en la lejía o limpiadores de hornos y tuberías, que pueden causar graves quemaduras en el esófago o el estómago.

Otros ingredientes potencialmente dañinos son

  • Surfactantes (como los utilizados en detergentes y jabones para eliminar la suciedad y las manchas)
  • Alcoholes y glicoles (como los utilizados en anticongelantes y limpiaparabrisas)
  • Aceites esenciales (p. ej. aceite de pino, aceite de gaulteria y alcanfor)

Los síntomas presentados más comúnmente son gastrointestinales (vómitos, dolor abdominal) o neurológicos (somnolencia, alteración de la conciencia, pérdida de tono muscular, convulsiones y problemas de movimiento, equilibrio o habla). Más en inglés…

5. ¿Cuáles son las medidas de seguridad actuales contra el envenenamiento?

Los envases blíster pueden impedir que los niños ingieran botes enteros de medicamentos.
Los envases blíster pueden impedir que los niños ingieran botes enteros de medicamentos.
Fuente: GreenFacts

Las medidas de seguridad introducidas en los últimos 30 años, como los envases a prueba de niños y el cambio a sustancias menos nocivas, han reducido el número de envenenamientos por productos para el hogar. Hoy en día los casos graves de envenenamiento son muy poco comunes. Asimismo, se han puesto en marcha campañas de educación dirigidas a los padres y normativas sobre el almacenamiento en envases de alimentos, pero ninguna de estas medidas ha supuesto una solución definitiva.

Otras medidas son:

  • El almacenamiento de las pastillas en envases blíster también pueden impedir que los niños ingieran botes enteros de medicamentos.
  • El uso de adhesivos y etiquetas de advertencia, aunque esto no es impedimento para niños menores de 6 años, y las etiquetas con calaveras, por ejemplo, podrían incluso aumentar el atractivo de los productos para los niños.
  • El uso de envases que no resulten atractivos para los niños puede no ser efectivo tampoco, ya que a menudo los niños se sienten atraídos por cualquier cosa a su alcance.
  • La incorporación de sustancias amargas puede ayudar a evitar que los niños ingieran grandes cantidades de una sustancia tóxica, pero no funciona para algunas sustancias, como ácidos o álcalis, para las que un solo trago es tóxico. Las sustancias amargas pueden incluso provocar el vómito y aumentar el riesgo de que la sustancia tóxica penetre en los pulmones, lo que resultaría aún más dañino.

Más en inglés…

6. Conclusión

6.1 En la actualidad no se dispone de datos que establezcan una relación directa entre ninguna de las características de comercialización de un producto y los riesgos derivados de la ingestión del mismo. Sin embargo, resulta lógico pensar que cuanto más se asemeja un producto a un alimento y más atractivo resulta para los niños, mayores serán las probabilidades de que se confunda con comida y se ingiera. Debería seguirse investigando en este respecto. Más en inglés…

6.2 En la mayoría de los casos, la ingestión de cosméticos o productos de limpieza doméstica no tiene efectos graves. Pocas personas informan de casos de envenenamiento y presentan algún síntoma pero, en aquellas que lo hacen, los efectos comunes son vómitos, dolor abdominal, trastornos neurológicos como la disminución de la consciencia, pérdida de tono muscular, problemas de movimiento, equilibrio, habla y convulsiones. También se han observado erupciones cutáneas, así como dificultades para respirar y tragar. Aunque la mayoría de los efectos son temporales, los productos corrosivos pueden causar graves quemaduras en el esófago o el estómago.

La ingestión de un producto puede provocar náuseas y la aspiración del vómito, y derivar en la inflamación del tejido pulmonar debido a la alta acidez del contenido estomacal. Si la sustancia tóxica contiene ingredientes tales como surfactantes y emulsionantes, puede aumentar la gravedad de los daños en los pulmones puede aumentar y causar neumonía química.

Los efectos del envenenamiento accidental son similares en personas de todas las edades, pero las personas mayores, especialmente aquellas con problemas de salud subyacentes, a menudo son las más perjudicadas. Más en inglés…

6.3 El envenenamiento accidental a menudo implica cosméticos y productos de limpieza doméstica tales como detergentes, limpiadores de baño y lejías. La gravedad del envenenamiento depende de los ingredientes del producto, su concentración y su corrosividad.

Los ingredientes más peligrosos son las sustancias corrosivas, los alcoholes, los aceites esenciales y los surfactantes contenidos en muchos detergentes. Algunos de ellos son tóxicos si se ingieren, pero se vuelven especialmente dañinos si penetran en los pulmones. Este es un problema especialmente grave en al caso de los surfactantes que hacen espuma y los aceites esenciales que son viscosos y pueden causar atragantamiento. Más en inglés…

6.4 Las circunstancias que aumentan el riesgo de envenenamiento grave en los niños son la falta de supervisión y concienciación sobre los posibles riesgos de sus cuidadores, pero existen muy pocas pruebas de una relación directa entre estos factores y los casos de envenenaminto infantil. Los comportamientos y situaciones de riesgo asociados al cuidado infantil son más comunes en las familias de baja condición socioeconómica, pero incluso las familias acomodadas asumen riesgos y tienen accidentes.

Las personas mayores con un menor sentido del gusto o del olfato, y aquellas con problemas de visión, son más propensas a ingerir un producto tóxico por accidente, especialmente si están desorientadas por la acción de una enfermedad o un medicamento o carecen de la supervisión o asistencia necesarias. Más en inglés…


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